Cartas a los Tesalonicenses (Espanol)

Una sencilla llamada telefónica podría haber resuelto muchos problemas que afrontaban las iglesias organizadas por el apóstol Pablo. Pero, por supuesto, no había teléfonos entonces, de modo que los creyentes tenían que rastrear a Pablo y enviarle una carta con sus inquietudes. Luego, Pablo dictaba una respuesta y la enviaba a la iglesia. El proceso podía llevar meses, durante los cuales las falsas doctrinas y los malos entendidos tenían tiempo de desarrollarse y esparcirse.

Esto parece haber sucedido en Tesalónica. En el tiempo que le llevó a Pablo reunir la información y escribir la respuesta que conocemos como 1 Tesalonicenses, surgieron nuevos problemas en la iglesia, que son atendidos en 2 Tesalonicenses.

Estas cartas están basadas en la confianza que Pablo tenía en que Dios estaba guiando a su naciente iglesia. El apóstol veía la dirección divina en el continuo crecimiento espiritual de la iglesia en Tesalónica. Creía que Dios protegía permanentemente a sus hijos de daños espirituales y veía todas esas pequeñas intervenciones como un anticipo de la gran intervención final de Dios.

Al repasar en este libro las experiencias de Pablo y los tesalonicenses, es mi oración que el mismo Dios que estuvo con ellos llegue a estar cada vez más presente en nuestra vida. 

Letters to the Thessalonians

A simple phone call could have resolved many problems that confronted the churches organized by Paul. But, of course, there were no telephones then which is why the believers had to track Paul down and send him a letter with their questions. Later Paul dictated a reply and sent it to the church. This process could take months, during which the false doctrines and misunderstandings had time to develop and spread.

This appears to have happened in Thessalonica. In the time that it took Paul get the information and write the reply that we know as 1 Thessalonians, new problems arose that Paul deals with in 2 Thessalonians.

These letters are based in the confidence that Paul had in God’s guidance for his early church. The apostle could see the divine leading in the continued spiritual growth of the church in Thessalonica. He believed that God protects His children from spiritual dangers and saw these small interventions as a foretaste of the great final intervention of God.

As you review the experiences of Paul and the Thessalonians, it is my prayer that the same God that was with them will become more present in our lives.